A la rica croqueta vegana!! Os traigo
una receta de CROQUETAS DE PUERRO Y CHAMPIÑONES, con leche de almendras casera.
¿Y por qué leche de almendras casera?
Primero, porque es mi favorita para cocinar, es cremosa, con un sabor
suave y no está dulce!!! No sé que manía tienen las empresas de
hacer las leches vegetales dulces, quitando algunas marcas de soja
(no soy muy fan de la leche de soja para cocinar salado...), el resto
toooodas dulces y sin hablar de que las bebidas de almendras
comerciales que he comprado hasta el momento no me han encantado,
sobretodo si las comparas con la casera. La receta está en el blog,
es la básica, almendras crudas y agua, esta bebida tiene el
inconveniente de que aguanta poco en la nevera, a los 3 días ya no
vale (igual que la comercial), yo lo que hago es hacer la leche específicamente para cocinar,
la hago ya con la idea de para qué la voy a usar porque en esta casa
no se tira nada! Además con la pulpa que sobra puedes hacer unos
pastelitos muy ricos y fáciles.
He añadido unos comentarios para los
*novatos croqueteros*, porque las primeras veces que haces croquetas da
un poco de miedito..., sólo son un par de cosas que yo solía hacer
mal y que con la experiencia fui corrigiendo, bueno... casi siempre.
Vamos con la receta...
Paso 1.
Pon una
sartén al fuego y añade aceite de oliva hasta que cubra el fondo.
Paso 2.
Trocea la cebolla y el puerro,
previamente pelados, y cuando el aceite esté caliente incorpóralos
a la sartén.
Paso 3.
Mientras se cocinan la cebolla y el
puerro, vete cortando los champiñones previamente lavados, en
trozos pequeños. Cuando la cebolla esté transparente, añade los
champiñones y deja que se doren, vete removiendo de vez en cuando.
Puedes utilizar la trituradora de la
batidora u otro robot para picar la cebolla, el puerro y los
champiñones, es más rápido y como van en medio de la masa ni se
notará, eso sí, ten cuidado de no hacerlos puré.
Paso 4.
Cuando los champiñones estén
dorados, añade cuatro cucharadas soperas colmadas de harina de
trigo blanca y baja el fuego a media potencia.
No utilices harina “vieja”,
cómprala de poco el poco, se estropea con facilidad y no se cocina
igual.
Paso 5.
Mezcla bien la harina con el resto de
ingredientes y deja que se cocine un poco, cuando tenga un tono
tostado estará lista. Este paso es muy importante para que las
croquetas sepan a croquetas!
Paso 6.
Vete añadiendo la leche de almendras
poco a poco y removiendo con un batidor de silicona, incorpora
también la sal y las especias. Yo suelo añadir la leche en tres
veces: echo, remuevo bien con el batidor para que no queden grumos y
cuando la masa queda espesa, vuelvo a añadir la leche, y así hasta
tres veces.
Antes utilizaba una cuchara de madera
pero me quedo, sin dudarlo, con el batidor de silicona, sin mucho
trabajo no quedan grumos y la masa queda más fina, por un par de
euros lo tenéis en cualquier sitio que vendan cosas de cocina.
Paso 7.
Una vez añadida toda la leche, sigue
removiendo y cuando la masa quede espesa baja el fuego al mínimo,
déjala un par de minutos y remueve de vez en cuando para que no se
queme y listo.
Paso 8.
Pasa la masa de las croquetas a un
recipiente para que enfríe completamente.
Paso 9.
Con una cuchara vete sacando porciones
del tamaño que prefieras de masa. Si vas a congelarlas mejor que
sean más bien pequeñas, para que cuando las saques para freír se
hagan bien.
Paso 10.
Reboza las porciones con pan rallado y
dales forma, la que te apetezca redondas, ovaladas...
No te preocupes por la forma de las
croquetas, no tienen que quedar perfectas, lo importante es que
queden compactas, pueden “prensarlas” con la palma de la mano y
después con las dos manos darles la forma definitiva.
Paso 11.
Vuelve a pasar las croquetas por el pan
rallado.
Ahora decides que quieres hacer si
cocinarlas o guardarlas en un tupper en el congelador, si las vas a
congelar que no queden muy apretadas que si no te va a costar después
separarlas.
Paso 12.
Pon una sartén pequeña al fuego y
echa aceite de oliva, como un dedo de altura más o menos.
Mejor hacer varias tandas de croquetas
y freírlas de poco en poco que todas juntas.
Paso 13.
Cuando el aceite esté caliente (muy
importante!), vete añadiendo las croquetas (sacúdelas un poco antes
para retirar el exceso de pan rallado), cuando estén doradas dales
las vuelta, yo lo hago con dos cucharas, y deja que se doren también
por el otro lado. Cuando estén listas, colócalas en un plato en el
que hayas puesto una servilleta de papel, para que la servilleta
absorba el exceso de aceite.
Y listo!! Yo me enrollo mucho pero es
muy fácil, probad a hacerlas, cuando le pilléis el punto las haréis
rapidísimo. Qué disfrutéis de un fin de semana croquetil!!
¡Muchas gracias por la receta! Mira que he hecho croquetas pero sigo sin pillarles el punto, a ver si con la tuya me salen como las de mi madre (pero sin crueldad animal) :)
ResponderEliminar¿Podrías decirme cuántas croquetas salen aproximadamente con estas cantidades?
Hola Gema!! Pues depende del tamaño que las hagas, a mí me salen unas 18 de tamaño mediano. Ya me contarás qué te parecen!
EliminarGracias, Pili. Me viene perfecto. Ya te contaré ;)
EliminarYo otra vez. Como no podía subir foto aquí, te la he dejado en un comentario en Facebook. ¡Perfectas quedan! Muchísimas gracias :)
ResponderEliminarMuy bueno
ResponderEliminarSin duda una buena alternativa para los veganos amantes de las croquetas. ¿Probaste ya las de zanahoria?
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